viernes, 23 de marzo de 2012

FELICIDAD

Cuantas veces hemos mirado un grupo de niños jugando y hemos pensado, "que feliz era yo con esa edad". Tras esa afirmación clara y concisa, casi nunca nos planteamos si ahora somos realmente felices o no y, si no lo somos, deberíamos buscar un por que. La felicidad de un niño esta clara, su mente descubre cosas nuevas con las que disfrutar y esta exento de grandes responsabilidades y miedos, simplemente se limitan a vivir.
Tras esa etapa, llega la madurez mental (unos antes que otros) y con ella llegan las preocupaciones, los miedos, los celos, la envidia, los malos pensamientos futuros, en resumen, infelicidad.
El amigo Descartes dijo una vez "mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales nunca sucedieron". Nos limitamos a pensar en consecuencias futuras que creemos que no conseguiremos y se nos olvida disfrutar del presente. Ese "no voy a conseguirlo" nos bloquea, nos crea inseguridad y nos hace ser negativos.
En las relaciones amorosas, buscamos la felicidad en una pareja, sin pensar realmente que podemos ser felices sin ella. Así nos lo inculcan de pequeños y así nos lo exigimos de mayores, nos dedicamos a la búsqueda de "tu media naranja" sobre todas las cosas, y con esa presión, es difícil ser feliz. Pero esto no queda aquí, cuando encontramos a alguien que nos gusta y con la que somos felices, tampoco nos limitamos a disfrutar. Ahora llega la etapa de los celos, del miedo a perderla, del "no seria feliz sin ella" y, como vosotros comprenderéis, así no hay quien viva.
Otra cuestión es tu vida laboral, que va en relación con tu vida económica. Queremos, buscamos y anhelamos tener mucho dinero porque le damos mas importancia a las cosas materiales que a las relaciones humanas, cuando se puede ser feliz sin dinero y con buena compañía. Cuantas veces hemos escuchado aquello de "yo prefiero llorar en mi Ferrari", pues lo siento compañeros, yo prefiero montar en mi bicicleta y no llorar.
Cuando pequeño, recuerdo que a mi hermano le mandaron hacer un trabajo sobre el sentido de la vida y recuerdo que me hizo la pregunta mágica, me dijo, hermano, ¿cual es el sentido de la vida?. Yo, dentro de mi feliz e infantil mundo no dude en responder y esa respuesta aún la mantengo años después. Estamos aquí para disfrutar del mejor regalo que se le puede hacer a un ser humano. La vida....

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en que se puede ser feliz sin dinero pero en buena compañía. Me atrevería a ahondar en esta cuestión, y más que compañía diría: amistad.
    La diferencia entre amistad y compañía es que, esta segunda requiere un cierto compromiso y una necesidad reciproca. Si se pierde alguno de estos elementos, la amistad desaparece. Podría, si acaso, agonizar un tiempo, como pez en el aire, antes de lo irreparable.
    Es duro que te amputen un amigo. Se saborea un cierto matiz de infidelidad cuando tocando las mismas notas ya no suena la misma canción.

    La primera reacción es resistirse. A veces grito con los ojos en las páginas cerradas de álbumes donde ahora resido, buscando sin éxito esa mirada para conmoverla.

    Tras la asunción, el único consuelo del convaleciente es el olvido.
    El implacable paso del tiempo anestesia: nada duele y, finalmente, nada importa.

    Me alegro de que busques el camino a la felicidad creo que ya andas cerca. Enhorabuena.
    Gracias por haber estado ahí y siento haberme acostumbrado.

    Perdona que me supure esta pringosa y molesta nostalgia.
    Un abrazo.

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