lunes, 2 de julio de 2012

TODO UN SEÑOR

Existen pocas personas en este mundo que nos pueden hablar con lucidez desde el año 1915 en adelante. Os hablo de una persona que ha vivido la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la segunda República, la guerra civil Española, la dictadura de Franco y la transición a la democracia (incluyendo la mayoría absoluta de Rajoy con el que no comulga en absoluto).

Un señor con todas las letras, un dandy presumido y algo pillin de 97 años que le encanta ponerse su corbata para los grandes eventos, incluidos su boina y su bastón y que tiene una lucidez mental y una lógica que ya quisieran muchos adultos de los que hoy plagan nuestra sociedad material y consumista.

A raiz de una vida marcada por varias desgracias, a las cuales cualquier ciudadano de los de hoy no seria capaz de afrontar sin antidepresivos o ansioliticos, este señor sobrevivio a la perdida de sus padres a temprana edad, a tener que trabajar para sobrevivir desde niño, a tener que ir a luchar al frente porque estaba en la lista de personas que iban a fusilar, a repartir la poca comida que conseguía con la gente que no tenia nada, a traficar con tabaco porque era la única forma de sobrevivir pese a que se jugaba la vida y a la perdida de su mujer, que amaba con locura.

En contraposición a todo esto y dando una lección de superación y de como se debe afrontar la vida, el siempre respondio con sus dos mejores armas que aún conserva, amor y sentido del humor. 

Amor por sus hijos a los que crio y los hizo personas, amor por sus nietos y sus nietas a las cuales también crio y les hizo ser las maravillosas personas que hoy son y, actualmente a esas dos personillas (sus biznietos) que han conseguido reunirnos a todos y vivir momentos felices.

Humor por sus innumerables payasadas en aquella playa de Chipiona, rodeado por cuatro monigotes a los que siempre nos hacia reír, por su saber sacarle siempre un chiste a cualquier situación y por decidir que reír fue siempre mejor que llorar.

Desde siempre he admirado su "saber estar", su diplomacia, su paz interior, su coqueteria, su paciencia, su cultura (actualmente sigue leyendo el periodico a diario), el saber disfrutar de las pequeñas cosas, su pasión por el mar y las chacinas de su tierra Extremadura y ese saber sacar una sonrisa a todos en los momentos mas inesperados.

Ese señor es mi abuelo y estoy orgulloso de pertenecer a su familia, de poder tener sus genes y llegar a ser, al menos, una parte de lo que él es, todo un Señor.



P.D.: Se que hay una persona que cuando lea esto se le saltarán las lagrimas. Esto también va por ella, por nuestra interminable y sentimental charla de aquella noche y por hacer posibles estos felices momentos. Gracias prima.