Como buen poseedor del síndrome de Diógenes (controlado, eso si), mi casa esta llena de "cosas", que en mi caso no son mas que recuerdos, momentos vívidos que, en casos de limpieza y zafarrancho (aunque esto no es muy común en mi), te devuelven sentimientos pasados, unas veces alegría, otras tristeza y otras añoranza.
Hace poco, en uno de esos arrebatos por el orden y la limpieza, encontré un par de octavillas con unos textos, que pude escribir con 14 años mas o menos. Yo y mis inquietudes literarias, me hacían escribir textos y perderlos por mi casa, quizás para reencontrarlos años después y volver a vivir esos momentos. Sinceramente, no recuerdo por que fueron escritos ni a quien iban dirigidos, pero me gusto mi reencuentro con el pasado y por eso quiero compartirlo.
Hablan sobre el mar y el amor y, aunque no son como para un premio literario, tiene un gran valor sentimental de adolescencia pasada.
Aquel paraiso humedo donde la guerra no existe,
donde su única ley es el silencio, la paz, la tranquilidad.
Donde el fuego no enloquece,
donde el viento viene a dormir,
donde el sol viene a morir....
Siempre me gusto el fondo del mar...
Me cuesta creer que aquello que fue
nunca volverá a ser,
aquel cuento sin letras se abrió
para llenarse de ellas,
cada vez mas, cada vez mas....
Donde esta aquel rostro aniñado
que se asomaba al balcón
para ver la luz del día
y simplemente no pensar.
Y se fue, y con ella se llevo
los llantos inocentes,
el amor puro,
la despreocupación...