Otra mañana mas, otra mañana pegado a la tele y contemplando horrorizado como la estupidez humana no tiene límites. De nuevo vuelve el dolor, el odio y la repulsa a una serie de personas fanáticas y extremistas que han vuelto a destrozar sueños, los sueños rotos de las victimas que han fallecido y sus amigos y familiares.
Otro 11-M, otro 11-S mas y de nuevo, la política mundial llama a la unidad de unos pueblos desunidos, otra vez mas, el odio irracional a pueblos que sufren este mismo horror y a los que queremos masacrar en días como este. Las personas civiles no somos culpables de esto, las personas de la calle, sean del país que sean, no deben cargar con esta culpabilidad. Como en todos los actos bélicos o de terrorismo, son manipulaciones políticas de "cabezas pensantes" sobre personas que ellos mismos radicalizan y les hacen ver que esto es lo justo y necesario. Ninguna muerte es justa, nadie debería morir a manos de otra persona.
Viendo las imágenes, me vienen multitud de recuerdos sobre París, sobre los momentos felices vividos allí contemplando la torre Eiffel o paseando a orillas del Sena. Y duele, duele ver el sufrimiento de personas con las que alguna vez compartiste momentos y que, al igual que todos nosotros, no entendemos porque unas 150 personas han perdido la vida en las calles de París.
Mucho ánimo a los Parisinos y nuestro mas sincero apoyo a las victimas, que vengan del país que vengan, nos duele igual a todos.
